La cédula de habitabilidad es un documento que emite la Generalitat de Catalunya, a través de la dirección general de la vivienda, que acredita que la vivienda cumple los requisitos mínimos de habitabilidad descritos en el decreto 55/2009, condiciones de habitabilidad de las viviendas y la cédula de habitabilidad, de 9 de abril de 2009, que da respuesta a la ley 18/2007, derecho a la vivienda, en la definición de les condiciones de calidad que las viviendas han de tener para cumplir su función social.
Es imprescindible tener la cédula de habitabilidad en cualquier transmisión, para venta, alquiler o cesión de uso, incluidas las derivadas de segundas y sucesivas transmisiones, así como para poder darse de alta de los servicios de agua, gas y electricidad.