Es el medio que regula la Administración para verificar que los propietarios mantienen los edificios en un correcto estado de mantenimiento y uso efectivo. Una ITE se compone de tres pasos:
1 - La inspección visual de los elementos comunes del edificio, si durante esta inspección se detectan deficiencias que comporten riesgo inminente para las personas, se comunicará inmediatamente tanto a la propiedad como al ayuntamiento para que se adopten las medidas urgentes oportunas.
2 - La redacción del informe de la inspección técnica y calificación del estado del edificio, según las deficiencias detectadas puede ser necesario la realización de obras de reparación y el consiguiente certificado de final de obras.
3 - El certificado de aptitud emitido por la administración.